Hijos de María Evangelizadora (HME) somos una familia abierta, acogedora y diversa, un grupo religioso unido por la fe en Cristo y por el ejemplo de la Virgen María. Caminamos juntos con un mismo corazón, dispuestos a servir a quienes más lo necesiten, estén donde estén.
Nacimos hace quince años de la mano de nuestra fundadora, María Antonia Yanes Merchante, con la convicción de que el mundo puede ser un lugar más justo y esperanzador si cada persona ofrece lo mejor de sí. Inspirados en la humildad y sencillez de la Sagrada Familia de Nazaret, queremos ser semilla de unidad, alegría y vida para la sociedad.
Nuestra misión es clara: servir desde el corazón, allí donde haya necesidad, con especial atención a las personas más vulnerables, tanto a nivel material como espiritual.
Creemos que los grandes cambios empiezan con pequeños gestos, por eso actuamos paso a paso, con estrategias bien definidas y asesoramiento profesional. Nos mueve el amor, la fe y el compromiso con la transformación social, especialmente en áreas como la educación, la infancia, la mujer, la salud, la sostenibilidad y la integración.
En todo lo que hacemos, buscamos construir espacios de cuidado, encuentro y esperanza. Como comunidad, valoramos los dones de cada persona y animamos a descubrirlos para ponerlos al servicio de los demás.
Queridos amigos:
A vosotros los que, casualmente, os encontráis en esta página. A los que, conscientemente, nos habéis buscado porque deseáis conocernos un poco mejor.
En mi nombre, y en el de toda la familia de los Hijos e Hijas de María Evangelizadora, a todos, nuestro saludo más cordial.
Una Virgen embarazada, una frase, tres corazones y una cruz os han dado la bienvenida.
Su significado:
La Virgen embarazada es María, y lleva en su seno al Hijo de Dios.
Ella es la primera Evangelizadora.
Su «hágase», nos trajo la Palabra.
Su «sí», es un canto a la Vida, al Amor, a la Esperanza.
Los tres corazones, representan los corazones de Jesucristo, de la Virgen y el de los Hijos e Hijas de María Evangelizadora.
El de Jesús es el más grande, y es rojo, porque todo en él es amor.
El de la Virgen es blanco, símbolo de su pureza.
El pequeño es amarillo, y junto con el blanco simbolizan los colores de la bandera vaticana, identificando a los Hijos e Hijas de María Evangelizadora, y en ellos, a la Iglesia.
Los tres, están fuertemente unidos entre sí, por el Amor y la Cruz.
La frase: “Servir y Amar a los más pobres del Evangelio”. Esta es la misión de los Hijos e Hijas de María Evangelizadora.
La plegaria que repiten en cada momento, y que a diario intentan hacerla vida con la ayuda de la Santísima Virgen. Queridos amigos.
Si de la mano de la Virgen queréis trabajar por un mundo mejor, un mundo más de Dios, seguid en esta página y continuad leyendo.
Puede que en su lectura encontréis aquello que, consciente o inconscientemente, desde hace tiempo estabais buscando…
Que Dios os bendiga.